La temporada de lluvias cambió el panorama hídrico en Michoacán: doce presas del estado superaron ya su límite de almacenamiento, situación que obliga a las autoridades a preparar desfogues controlados para evitar riesgos a la población.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el almacenamiento promedio de las 24 presas en las cuencas del Bajo Balsas y Santiago–Lerma–Pacífico es de 88 %.
En el caso de Malpaís, Urepetiro, Melchor Ocampo y Zicuirán, entre otras, los embalses se encuentran a máxima capacidad.
Cinco presas adicionales están por encima del 95 %, lo que hace prever que en los próximos días también se saturen.
Solo algunos cuerpos de agua, como la presa del Bosque en Zitácuaro, mantienen niveles más bajos aunque ese porcentaje representa un repunte tras varios años de sequía severa.
El informe de Conagua destaca que las condiciones actuales permiten asegurar agua suficiente para riego durante al menos cuatro ciclos agrícolas, lo que representa un alivio para el sector productivo del estado.