A dos días de la Marcha Nacional para conmemorar la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, el Senado de la República se encuentra fuertemente protegido.
Como medida de precaución, se instalaron vallas metálicas y cadenas que resguardan el recinto, por la preocupación por una posible toma violenta similar a la ocurrida el 10 de septiembre, cuando empleados del Poder Judicial invadieron el inmueble.
El presidente de la Cámara de Senadores, Gerardo Fernández Noroña, ha limitado el acceso al recinto únicamente a senadores y personal de enlace legislativo.
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A lo largo de la noche y la madrugada de este martes, las fuerzas de seguridad intensificaron la vigilancia en la zona, con patrullas y elementos de seguridad pública.
El lunes, simpatizantes del movimiento Ayotzinapa lanzaron petardos hacia la Secretaría de Gobernación, y en la marcha programada para el jueves, los manifestantes prevén pasar frente al Senado.
En medio de ese ambiente, el Pleno de la Cámara de Senadores discutirá este martes en primera lectura el dictamen de una reforma constitucional que propone transferir el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).