La muerte de seis trabajadores latinos en el colapso reciente del puente en Baltimore destaca la discrepancia entre la contribución de los inmigrantes al funcionamiento de Estados Unidos y el discurso antiinmigrante de Donald Trump, que los estigmatiza como “invasores” y “criminales”.

De acuerdo con Luis Vega, un activista y exobrero de la construcción, los migrantes ocupan puestos de trabajo que los ciudadanos estadounidenses suelen rechazar.

Los seis trabajadores, provenientes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, fueron los únicos que perdieron la vida en el accidente mientras realizaban labores de reparación en el puente Francis Scott Key, que colapsó tras ser impactado por un carguero.

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El suceso cobra relevancia, especialmente en un momento en que figuras políticas como el expresidente Trump aboga por políticas más restrictivas hacia los inmigrantes, a quienes estigmatizan como delincuentes que deben ser expulsados del país.

En lugares como Arizona, donde el salario mínimo es de 14.35 dólares por hora, los trabajadores inmigrantes reciben entre 80 y 100 dólares diarios.

A pesar de representar el 8.2 % de la fuerza laboral en 2021, los inmigrantes latinos sufrieron el 14 % de las muertes en el lugar de trabajo, según estadísticas oficiales.

Además, los accidentes mortales aumentaron 42 % entre 2011 y 2021, pasando de 512 a 727 casos.