El municipio de Madero, en Michoacán, perdió más de nueve mil hectáreas de bosque, selva baja y ecosistemas de alta importancia en los últimos años.

El atlas Forestal de Madero, transparentado por la Comisión Forestal y activistas de la región, reveló el impacto de la falta de supervisión e impunidad con la que operan los delincuentes ambientales en la región del sur de Morelia.

El informe confirma que Madero tiene una vocación forestal preferente en el 81 % de su territorio, en el que el 65 %, es decir, 53 mil 985 hectáreas, corresponden a bosques y el 35 %, o sea, 28 mil 303 hectáreas, corresponden a selvas bajas.

En el estudio, que toma como punto de partida el año de 1994 y abarca hasta 2023, se consigna un dato que explica el deterioro.

En casi 30 años, Madero ha perdido nueve mil 478 hectáreas forestales, de las cuales cuatro mil 266 (el 13 %) corresponden a selvas bajas y cinco mil 212 (el 9 %) a bosques, es decir, ha perdido el 11.5 % de sus bosques.

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La dinámica de pérdida anual ha sido, en un promedio, de 315 hectáreas.

El daño a los bosques, conforme al estudio, habría sido enorme en el 2023, año en el cual se dañaron dos mil 484 hectáreas por incendios forestales.

Activistas, entre ellos el doctor Julio Santoyo Guerrero, señalaron que el circuito del cambio de uso de suelo comienza precisamente con incendios forestales y sigue con el desmonte y posterior limpieza para realizar plantaciones. Una cantidad, sin precisar, de las hectáreas quemadas se convertirán en plantaciones ilegales de aguacate.

“No es casual que el mayor número de incendios y tamaño de predios afectados se localice en la zona de expansión de los cultivos aguacateros: en el entorno inmediato a la cabecera municipal”, manifestó el Consejo Promotor para la Protección de Villa Madero.

Señalan que no es casualidad que las ollas de agua, construidas exprofeso para alimentar cultivos aguacateros y de frutillas, en su inmensa mayoría, se encuentren localizadas en la franja aguacatera de Madero y en las áreas de mayor infiltración hídrica.

Esta semana, el alcalde de Madero, Froylan Alcauter, aseguró que en su municipio ya no cabe ni una sola planta de aguacate u otros monocultivos.

A pesar de que siempre fueron un territorio con abundante distribución hídrica, desde 2023 han sufrido la falta de agua para uso social.