El segundo lago más grande en extensión de México fue devorado por los altos niveles de sequía en Michoacán y los límites con Guanajuato.

En octubre de 2023, el Lago de Cuitzeo presenta los niveles más bajos en almacenamiento de las últimas dos décadas, según imágenes satelitales.

El muestreo gráfico obtenido por el doctor Alfredo Amador García, catedrático de la Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo, reveló el deterioro al que llegó la cuenca, en comparación con años anteriores.

Entre 2017 y 2018, la zona poniente comenzó a registrar un lento proceso de deterioro que se estabilizó en los dos años posteriores.

Para 2022, con la escasa presencia de lluvias, el largo periodo de estiaje y las condiciones extremas de sequía, para 2023 el daño es prácticamente irreversible.

Los dos polos de agua que sobreviven en el lago presentan niveles de entre 30 y 50 centímetros de profundidad, lo que llevó a la desaparición de las actividades pesqueras de al menos cinco municipios colindantes.

Te puede interesar: Sequía devora a México

Para octubre de este año las posibilidades de que las lluvias repunten son cada vez más distantes y complicadas en el escenario meteorológico.

Pocas posibilidades

El monitor de Sequía de la Conagua da cuenta de 111 municipios en condición de sequía extrema y la creciente posibilidad de que la zona norte de Michoacán entre en fase de sequía excepcional, al igual que regiones de Durango y Morelos.

La región del Bajío mexicano, en la cual se encuentra el límite norte de Michoacán, se encuentra bajo alto niveles de estrés hídrico por la falta de lluvias desde hace más de un año.

El doctor Arturo Chacón, catedrático del Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana, reconoció que los sistemas anticiclón que mantienen presencia en la costa del Pacífico han impactado directamente a los niveles de sequía.

Las posibilidades de que el escenario atmosférico cambien para dar esperanza a la supervivencia del segundo lago del país penden del comportamiento de “El niño”.

“Todavía falta mucho por alcanzar los niveles de humedad de los años anteriores. Ojalá que las lluvias de invierno nos ayuden, pero es mi preocupación que el evento de El Niño se prolongue hasta enero 2024 y de allí sigamos con la temporada seca”, comentó el especialista.