Aguacate y futbol: el otro negocio millonario en Michoacán
evangelio | 2 diciembre, 2023

En el Estadio Municipal de Peribán de Ramos no cabe nadie más. Mientras en la cancha juegan los equipos Chivas Alabama y Hermanos Díaz González, la música de viento suena en las gradas y el ambiente se acompaña con vasos de cerveza que circulan de un lado a otro.

Es el 2 de abril del 2023. Se trata de la final de la undécima edición del Torneo del Aguacate, el cual es impulsado por empresarios aguacateros y de otras ramas de la producción, quienes han hecho del futbol su pasión, pero también una especie de reto personal para buscar ganar año con año ese certamen que premia a los primeros lugares con una bolsa de un millón de pesos.

Durante seis semanas, los equipos de la región se disputan, primero en fase de grupos y posteriormente en una liguilla. El trofeo que no sólo los hará acreedores al recurso económico, sino a la etiqueta de ser los mejores, por lo menos en lo que llega una nueva edición del torneo.

Además de Chivas Alabama y Hermanos Díaz González, a esta competencia amateur se suman planteles como Aguacates Ulifrut, Barranca, Purísima, Deportivo Peribán, Corona Hass, Nuevo Zirosto, Liga Municipal, entre otros.

Para llegar al objetivo, los propietarios de los clubes no escatiman en esfuerzos y muchos de ellos aprovechan su poderío económico para contratar a exfutbolistas profesionales o a los llamados “talacheros”, es decir, aquellos jugadores que destacan en el nivel amateur y que se dedican a cobrar por partidos jugados.

Tan sólo el año pasado resultó común ver cada fin de semana en la cancha del municipio de Peribán de Ramos a figuras que en algún momento destacaron en el futbol mexicano, incluso a nivel internacional.

Dentro de ese listado destacan los nombres del exfutbolista de Monarcas Morelia, Rodolfo “Pípila” Vilchis; el examericanista Michael Arroyo; el defensa Osmar Mares; el que fuera portero de Cruz Azul, Yosgart Gutiérrez, y el lateral José “Mona” Olvera”.

Pero no son los únicos, pues en ediciones anteriores también se pudo ver en el terreno de juego a futbolistas como Edgar “Tepa” Solís, quien vistió la playera de clubes como Chivas y Tigres; asimismo, por Peribán pasó Jesús Isijara, el cual en su momento defendió los colores del Atlas, Santos y Necaxa.

El listado de jugadores no sólo incluye a exprofesionales del balón, ya que antes de la pandemia tuvo participación Humberto “Gansito” Hernández, arquero que posteriormente sería fichado por los Potros del Atlante y terminaría saliendo campeón en la Liga de Expansión.

Por si esto no fuera poco, los inversores del Torneo del Aguacate se han preocupado por que su competencia empiece a escalar niveles mediáticos más altos, por lo que para la última edición, decidieron contratar a un medio de comunicación con la finalidad de que transmitiera en vivo todos los partidos del certamen; para ello, destinaron un monto de 36 mil pesos por la cobertura de seis semanas.

En Peribán, fiebre por el futbol

El arquitecto Irrahel Romero ha logrado consolidar su empresa Merakí Frutis, la cual se dedica a producir y comercializar en diferentes partes del mundo la zarzamora, la frambuesa, el arándano y la fresa.

Sin embargo, en los últimos años también ha enfocado sus esfuerzos económicos en impulsar a su club Aguacateros de Peribán, mismo que debutó en la Tercera División Profesional (TDP) en 2020 y que recientemente obtuvo su ascenso a la Segunda División, mejor conocida como Liga Premier.

De acuerdo al testimonio que compartió a Evangelio un propietario de un club de TDP, para participar en la temporada se requiere cubrir distintos conceptos: por inscripción se deben pagar 73 mil 500 pesos; el registro por cada jugador es de 5 mil pesos y si un plantel cuenta con los 20  futbolistas mínimos que exige la liga, el monto asciende a 100 mil pesos; el pago de certificación de cuerpo técnico que cuesta 4 mil 500 pesos; y finalmente: si sancionan a un jugador con tarjeta roja, el club debe solventar 899 pesos, y 300 pesos en el caso de las amarillas.

“Ahora se debe tomar en cuenta que hay que cubrir el salario de futbolistas y viajes, yo por una temporada me vengo gastando cerca del millón 200 mil pesos, pero hay equipos que invierten hasta 6 millones de pesos. En Segunda División los montos son más caros, se pagan dos cuotas de participación: la primera de 270 mil pesos y la segunda de 273 mil pesos, además de cubrir una fianza que supera los 100 mil pesos y la compra de 150 balones a los que te obliga la liga”, explicó la fuente consultada.

Los Aguacateros de Peribán ya iniciaron su participación en la temporada 2023 de la Serie “A” de la Liga Premier.  Sus juegos de local los han tenido que realizar en el municipio de Uruapan, ya que el Estadio Municipal no cuenta con las condiciones que solicita la Federación Mexicana de Futbol. Sin embargo, fue anunciada la remodelación del inmueble en el corto plazo. En esa tierra se hace lo que sea por el futbol.

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