Aguacateros de Michoacán, el capricho frustrado de Silvano Aureoles
evangelio | 31 diciembre, 2023

Siempre estaba en la zona de palcos. Aunque fuera al último cuarto, pero Silvano Aureoles Conejo llegaba corriendo para ver los minutos finales del partido. Los jugadores eran conscientes de ello y por eso no dudaban en dedicarle cada canasta.

Eran los Aguacateros de Michoacán, el equipo michoacano que jugó por cuatro años en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) y que se convirtió en el sueño y capricho frustrado del exgobernador del estado.

En octubre de 2017, la entonces administración estatal sorprendió al anunciar la llegada de un equipo profesional a Michoacán, cosa que no sucedía desde los Guerreros de Morelia en el 2007.

La apuesta por la franquicia no era poca cosa. Si bien figuraba como propietario Juan Manuel González Flores, Silvano Aureoles no dudó en inyectarle recursos a través de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid), la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Educación.

Prueba de lo anterior es que Aguacateros de Michoacán, que anteriormente había sido Garzas de Plata de la UAEH, se conformó con una plantilla para competir por los primeros lugares con jugadores como el seleccionado nacional Israel Gutiérrez, Jorge Camacho y Joaquín Villanueva, además de estar dirigidos por Gustavo Pacheco.

Aunado a esto, Aureoles Conejo fue más allá y contrató al que fuera el primer jugador en la NBA, Horacio Llamas, para que se encargara de dirigir las Academias Deportivas Aguacateros de Michoacán, proyecto que pretendía formar un semillero de talentos por toda la entidad.

No eran pocos los eventos oficiales en los que el titular del Ejecutivo estatal llevaba consigo a integrantes del equipo, pues aprovechaba cualquier oportunidad para promocionar el baloncesto.

El enamoramiento del entonces gobernador con el equipo no paró y en su momento se atrevió a anunciar públicamente la construcción de una nueva duela para que Aguacateros jugara sus partidos de local y así pudiera dejar las instalaciones del auditorio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

El “gober” que consentía

Entrevistado por Evangelio, una fuente que trabajó al interior de Aguacateros y quien prefiere omitir su nombre para evitar represalias, detalló los gestos que tenía Aureoles Conejo con los integrantes de aquel equipo.

De entrada, relató que los contratos de los jugadores estaban estipulados en dólares, y aunque no pudo precisar cifras, aseguró que los basquetbolistas estaban bien pagados con relación a los estándares que manejaba la liga.

Pero no sólo eso, pues afirmó que el mandatario estatal solía dar incentivos cuando el equipo ganaba partidos importantes, como sucedió la vez en que Aguacateros logró llegar a la final.

“Aquella ocasión el gobernador organizó una cena para reconocer el pase a la final, entonces a todos los jugadores les entregó sobres con dinero, y hasta yo alcancé mi parte pese a que no era jugador y trabajaba en la parte operativa”, dijo.

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El sueño se acabó

Desde mayo de 2020, el proyecto comenzó a tambalearse, pues incluso, en un inicio la directiva de Aguacateros había informado que no se participaría en la nueva temporada.

El argumento oficial era que los juegos a puerta cerrada por la pandemia se contraponían a los intereses del club, pero fuentes al interior confirmaron a Evangelio que la realidad es que ya no contaban con recurso para cubrir los gastos que implica una competencia de este tipo.

A través del Gobierno de Michoacán e integrantes de un patronato que nunca se consolidó, se consiguió lo suficiente para poder echar a andar un nuevo torneo, en el que el equipo michoacano alcanzó la gloria efímera al llegar a la final y perderla ante Fuerza Regia.

Después de eso, el sueño se terminó. Sin previo aviso, la LNBP dio a conocer que los Aguacateros ya no participarían en la temporada del siguiente año y, sin más, la franquicia quedó congelada.

Pese a los reclamos de los aficionados que se habían forjado durante esos cuatro años, el gobierno de Silvano Aureoles nunca ofreció una explicación clara de los motivos que los habían llevado a tomar tal decisión.

Lo que sí quedó en manifiesto, fueron los proyectos truncados. Las Academias Deportivas Aguacateros de Michoacán solamente tuvieron una duración de tres meses, ya que la relación entre equipo y gobierno se vio fracturada.

Sobre la nueva duela, el proyecto ni siquiera llegó a presentarse y ante las intenciones de adjudicarse el auditorio de la Unidad Deportiva Bicentenario por la vía del comodato, la administración municipal en turno echó para abajo la propuesta.

La partida del equipo también comenzó a destapar el manejo de recursos poco claros, pues de acuerdo con una investigación del portal de noticias Sin Embargo, la actual diputada federal y  extitular de la Cecufid, Edna Díaz Acevedo, recibió en 2018 recursos por un millón 50 mil 320 pesos a través de un cheque de caja que giró el equipo Aguacateros.

Al final, Aguacateros de Michoacán dejó breves momentos deportivos agradables, pero como proyecto nunca logró la consolidación deseada y ahora tan sólo existe como un recuerdo más en la memoria colectiva de los michoacanos, al igual que la vida política de su impulsor Silvano Aureoles Conejo.

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