Tal como ocurrió en Cotija esta semana, el Ejército mexicano fue blanco de ataques por parte del crimen organizado, pues dos elementos perdieron la vida tras la detonación de una narcomina durante un operativo de seguridad.

El incidente ocurrió en la comunidad de Las Paredes del Ahogado, donde las fuerzas castrenses se encontraban realizando acciones para garantizar la seguridad.

El artefacto explosivo, presuntamente colocado por grupos delictivos, representó una emboscada letal para el personal militar.

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Este ataque constituye el segundo incidente registrado en el país que involucra el uso de minas antipersona contra elementos de las fuerzas armadas, un método que evidencia la escalada de violencia y las tácticas empleadas por la delincuencia organizada.

El despliegue militar en la zona forma parte de los esfuerzos para combatir las actividades de grupos delictivos que operan en Michoacán, una entidad que enfrenta un contexto complejo de inseguridad.

Las autoridades han condenado el ataque y reiteraron su compromiso de llevar ante la justicia a los responsables de estos hechos.

El gobierno federal ha anunciado que reforzará los operativos en la zona mientras se realizan las investigaciones pertinentes.