El rap que suena de fondo en el gimnasio acompaña las rutinas de calentamiento de los peleadores. En los dos tatamis del lugar, una docena de deportistas se mueve a su ritmo. Algunos tiran puñetazos al aire, otros utilizan patadas y están los que se contonean de un lado a otro.
En medio de ese espacio está Alberto Rangel Gutiérrez, o “El Cuervo”, como se le conoce en el mundo de las artes marciales mixtas. La de hoy, podría parecer una rutina como las que ha seguido desde hace siete años, cuando decidió probar suerte en esta disciplina, a no ser porque está a días de tener una de las peleas más importantes de su carrera.
A sus 27 años, el moreliano se enfrentará el próximo viernes en la ciudad de Tijuana al brasileño Wallison Silva, dentro de la UWC, una de las mejores ligas de Latinoamérica y que funge como la antesala de la UFC; sin embargo, “El Cuervo” se lo toma con prudencia.
“Más allá del resultado, yo tengo un propósito, quiero ser una motivación para los jóvenes. En todo este camino he aprendido mucho y creo que lo más importante es siempre transmitir algo a los demás”.
La primera pelea de Alberto Rangel fue en un bar de la ciudad de Morelia dentro de la modalidad de K1, la cual es similar al Kick Boxing, luego tuvo una segunda función en Pátzcuaro y a partir de ahí, señala que constantemente ha estado trabajando en mejorar, siempre con la consciencia de que esta disciplina implica sacrificio.
Como muchos deportistas mexicanos, al michoacano le ha tocado autogestionarse su equipo y preparación, o bien, encontrar un respaldo a través de la iniciativa privada, ya que afirma que acercarse a cualquier instancia de gobierno implica una pérdida de tiempo.
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“Resulta muy complicado lidiar con ese tipo de situaciones, pues el 60 % de los recursos de un atleta provienen del patrocinio, ya que a nivel gubernamental no contamos con el apoyo, entonces a mí me ha tocado moverme para encontrarlo en sectores privados”.
Otro problema al que se enfrentan los peleadores de artes marciales mixtas, abunda “El Cuervo”, son los pagos que reciben, sobre todo cuando se manejan de manera independiente y sin una promotora que te respalda.
En su caso, ya se encuentra en el catálogo de MMA Sonora, lo que le ha facilitado el camino en el ámbito profesional, con contratos formales y que le abren puertas a nivel internacional, como la pelea que sostendrá en febrero de 2024 en Canadá.
Uno de los señalamientos que recaen a nivel mundial sobre las artes marciales mixtas, es el riesgo que conlleva para quienes lo practican. Alberto Rangel no lo niega, y cada que sube a la jaula sabe que expone su vida, pero también se dice un apasionado de esa adrenalina tan única que ofrece ese deporte.
“Somos humanos, yo cada vez que voy a pelear siempre siento lo mismo, pienso en todo lo que implica porque no sabes si vas a bajar con bien, pero también es parte de este deporte, te hace sentir vivo, y en mi caso, soy libre cuando estoy adentro de la jaula”.
Cuando Alberto Rangel comenzaba su carrera en el nivel amateur, comentó a sus compañeros que le gustaría apodarse “El Águila”, como lo hace el ruso Khabib Nurmagomédov; pero la propuesta no fue bien recibida y a manera de broma le respondieron que, en todo caso, llegaba a “guajolote”.
El apodo estaba tomando fuerza, por lo que en un acto de emergencia, decidió autonombrarse como “El Cuervo”, un animal que científicamente es reconocido como inteligente, oportunista y con la capacidad de resolver problemas. Este viernes, Alberto Rangel tiene la oportunidad de demostrar que, la elección de su sobrenombre, no terminó por ser una simple casualidad.