El presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, minimizó la denuncia por acoso laboral y violencia de género que realizó la trabajadora Mónica Georgina Sánchez Estrada en contra de la titular de la Secretaría de Cultura, Fátima Chávez Alcaraz, y la directora de Vinculación Musical, Marisa Barbosa Serrato.

Pese a que uno de los lemas de su administración es el de no tolerar la violencia, el edil de la capital michoacana expresó que percibe un trasfondo político en el tema, aunque se reservó a ofrecer argumentos que justifiquen sus declaraciones.

El pasado 16 de julio Georgina Sánchez, quien se desempeñaba como encargada de Orquestas Infantiles de la Secretaría de Cultura Municipal, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) acusando violencia laboral y de género.

Al señalarle al edil que antes de ser despedida, Sánchez Estrada presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para exhibir la violencia sistemática de la que era víctima, el alcalde argumentó que lo hizo para justificarse, ya que en realidad se le estaba exigiendo que rindiera cuentas de su trabajo.

“Quien no dé resultados en mi administración se va y punto, no nos vamos a esperar porque la ciudadanía lo que quiere son resultados y entiendo que este es el caso y por eso se está yendo”, se excusó el alcalde.

Martínez Alcázar añadió que prefiere esperar a que sean las instancias correspondientes quienes determinen si se trata de un acoso o de una exigencia laboral como tal.