El presidente municipal Carlos Manzo lanzó este viernes una seria advertencia sobre la presencia de presuntos mercenarios colombianos y venezolanos que estarían operando en zonas rurales de Uruapan, realizando entrenamientos tácticos armados en campos clandestinos. La denuncia pública se suma a una creciente preocupación por la violencia en la región y la presunta sofisticación de los grupos armados que actúan al margen de la ley.
Durante declaraciones a medios locales, el edil señaló que ha recibido reportes sobre movimientos inusuales en áreas serranas del municipio, donde se han observado prácticas de adiestramiento militar con armas de grueso calibre, ejecutadas por individuos que, según testimonios, no son originarios de la región ni del país.
“Estamos hablando de personas extranjeras, principalmente de nacionalidades colombiana y venezolana, que están siendo utilizadas por grupos delictivos para labores tácticas, de entrenamiento e incluso como elementos de choque”, alertó Manzo. Aunque no ofreció pruebas directas, el alcalde sostuvo que la información proviene de fuentes confiables y que ya ha sido compartida con autoridades estatales y federales.
Manzo pidió la intervención inmediata del Ejército y la Guardia Nacional para realizar patrullajes e inspecciones en zonas como San Lorenzo, El Sabino y otras comunidades rurales cercanas, donde, según él, podrían estar operando estos grupos en campamentos improvisados pero bien organizados. “No podemos permitir que Michoacán se convierta en una base de entrenamiento para mercenarios”, sentenció.
La Fiscalía General del Estado no ha emitido aún una postura oficial sobre los señalamientos, aunque fuentes del gobierno de Michoacán reconocen que existe preocupación por el ingreso de extranjeros vinculados a estructuras del crimen organizado, en especial en municipios con alta conflictividad como Uruapan, Apatzingán y Buenavista.
Uruapan, considerado uno de los puntos más violentos del estado, ha sido escenario constante de enfrentamientos, extorsiones y asesinatos ligados a disputas entre células criminales, muchas de las cuales se presume mantienen vínculos con redes internacionales de narcotráfico y tráfico de armas.
Este nuevo señalamiento del edil Carlos Manzo no solo pone el foco sobre la creciente transnacionalización del crimen en Michoacán, sino que también presiona al gobierno federal para responder con operativos visibles y efectivos. “Hoy están entrenando en la sierra, mañana podrían estar tomando las calles”, advirtió el alcalde.
La denuncia ha encendido las alarmas entre pobladores y autoridades municipales, quienes temen que la presencia de mercenarios pueda derivar en una escalada aún más grave de violencia. Mientras tanto, el edil insistió en que no cesará en su exigencia de que el Gobierno de México atienda de manera urgente lo que considera una amenaza directa a la soberanía y seguridad local.