La comunidad científica y sanitaria internacional ha encendido las alertas por la aparición y propagación de la variante “Frankenstein” (XFG) del SARS-CoV-2, detectada inicialmente en Argentina y Brasil, donde su presencia ha ido en aumento en los últimos meses.
Esta nueva cepa es producto de la recombinación de las variantes LF.7 y LP.8.1.2, y fue clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “variante bajo monitoreo” (VUM) desde el 25 de junio de 2025.
Aunque la variante XFG no ha demostrado causar una enfermedad más grave que otras cepas en circulación, se ha identificado por su alta capacidad de evasión inmunológica, debido a mutaciones clave en las posiciones 478 y 487 de la proteína Spike.
Te puede interesar: Pandemia de Covid-19 aceleró el envejecimiento cerebral, revela estudio
En Brasil, entre el 1 y el 8 de julio, la XFG representó el 62% de los genomas analizados en Río de Janeiro. También se ha detectado en São Paulo, Ceará y Santa Catarina. En Argentina, se han confirmado tres casos entre marzo y julio de 2025, equivalentes al 3.37% de las muestras secuenciadas.
Hasta el 22 de junio, la OMS había registrado la presencia de esta variante en al menos 38 países, incluidos varios de América Latina, Europa y el Pacífico Occidental. No obstante, en el caso de México, las autoridades sanitarias aún no han reportado casos de XFG, aunque se mantiene una vigilancia activa en el país, al ser parte de la región con circulación creciente de esta cepa.
Especialistas insisten en la importancia de mantener y reforzar las medidas preventivas: vacunación con biológicos actualizados, higiene de manos, uso de mascarillas en caso de síntomas respiratorios, ventilación adecuada y evitar aglomeraciones.
La OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacan que la vigilancia genómica sigue siendo esencial para anticiparse a posibles riesgos en salud pública ante la evolución continua del virus.