La eventual aprobación de un impuesto del 3.5 % a las remesas enviadas desde Estados Unidos por personas migrantes podría generar graves consecuencias para la economía mexicana, advirtió el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

El gravamen, propuesto por la administración de Donald Trump como parte del llamado “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, ya fue aprobado en la Cámara de Representantes y está pendiente de revisión en el Senado.

Héctor Amaya Estrella, presidente del IMCP, explicó que las remesas no sólo representan un importante flujo financiero para millones de familias, sino que también funcionan como amortiguador ante fluctuaciones económicas, especialmente en el comercio exterior y la inversión extranjera.

Su reducción, dijo, podría traducirse en un déficit fiscal de hasta un punto porcentual.

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Basado en los flujos de remesas de 2024, el instituto estimó que el boquete económico por el impuesto podría superar los 2 mil 200 millones de dólares, aunque se reconoce que el cálculo es preliminar y no considera diferencias de estatus migratorio.

Expertos del IMCP subrayaron que la medida podría afectar la demanda interna, el consumo y, en general, la estabilidad económica del país. Sin embargo, descartan que las cuentas de los migrantes sean congeladas por recurrir a medios alternativos para el envío de dinero.

En torno al debate sobre la doble tributación, Rodolfo Servín Gómez, vicepresidente de Relaciones y Difusión del IMCP, precisó que no aplica en este caso, ya que el gravamen se realizaría únicamente en Estados Unidos y no por el mismo concepto, al tratarse de un cobro por el envío, no por el ingreso.

El gobierno mexicano, por su parte, ha señalado que esta medida representa un retroceso en los acuerdos bilaterales y afecta directamente a los derechos económicos de los connacionales que sostienen en gran medida a sus comunidades de origen.