Miembros de la comunidad científica de Michoacán alertaron sobre las afectaciones que se están presentando en México como consecuencia de la contaminación lumínica, también conocida como exceso de luz.
Bernardo Cervantes, investigador encargado de divulgación del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, Campus Morelia, expresó que, pese a que ya existen esfuerzos en el país para proteger el cielo, todavía no se logra una regulación al respecto.
Y es que luego de que en 2019 se aprobara una reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, con la cual se busca regular la contaminación lumínica, se precisó que no ha tenido un alcance a nivel nacional.
El técnico encargado de divulgación de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, Campus Morelia, René Alberto Ortega Minakata, explicó que luego de la aprobación y publicación en el Diario Oficial de la Federación, se deben hacer las respectivas adecuaciones en los estados.
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Abundó que es en esta parte donde el proceso se encuentra estancado, ya que varias entidades no han abordado el tema en sus respectivos Congresos del Estado, entre ellos Michoacán.
Cabe mencionar que se entiende por contaminación lumínica a “la alteración de la oscuridad natural de la noche, provocada por luz desaprovechada, innecesaria o inadecuada, generada por el alumbrado de exteriores, la cual genera impactos en la salud y en la vida de los seres vivos”.
Si bien se trata de un problema global, sus afectaciones se centran principalmente en las ciudades, pues a decir de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la contaminación lumínica crece anualmente 4 %, esto derivado de la expansión de las zonas urbanas en países en desarrollo como México.
Previo a la aprobación de la reforma de ley en el Senado de la República, se argumentó que la contaminación lumínica altera los procesos naturales de las especies, como las aves que migran constantemente o las tortugas que dependen de las noches oscuras para llevar a cabo su reproducción y desove, en tanto que en los humanos se presenta alteración del sueño.
Aunado a esto, Bernardo Cervantes añadió que la presencia humana y sus contaminantes ha provocado la disminución de avistamientos de insectos como las luciérnagas o la apreciación de cielos más despejados.