En un momento de incertidumbre para la industria automotriz mexicana, ante las tensiones comerciales con Estados Unidos y la proyección de menores ventas en 2025, la alianza entre Inbursa y Stellantis se perfila como una apuesta estratégica a largo plazo.

A pesar de que Stellantis es la séptima automotriz con mayor número de ventas en México, algunos analistas anticipan que Inbursa buscará aprovechar la alianza para alcanzar el liderazgo en el segmento de créditos automotrices hacia 2026.

La noticia es vista positivamente por expertos como Brian Rodríguez Ontiveros de Monex, quien señala que podría traducirse en una atención más personalizada para los clientes de Stellantis, así como en potenciales ahorros y una mayor demanda.

El movimiento se produce en un momento en que Stellantis enfrenta una caída del 7.7 % en las ventas de vehículos en febrero y el reciente anuncio del cese de su producción en Toluca.

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El CEO de Stellantis México ha manifestado la intención de la firma de diversificar riesgos y apostar por el mercado interno.

Analistas como Isabel Studer señalan que la alianza refleja una tendencia en la industria, donde los fabricantes buscan el financiamiento directo como una estrategia para impulsar las ventas, especialmente ante la competencia de marcas chinas.

Se espera que esa colaboración impulse la participación de mercado de algunas submarcas de Stellantis, como Chrysler, proyectando un aumento del 10 % al 12 %.

Con una cartera de crédito de 63 mil 167 millones de pesos hasta febrero, Inbursa vislumbra un crecimiento importante a partir de 2026, una vez que se disipen las incertidumbres económicas y comerciales.

La apuesta por el crédito automotriz se suma a la adquisición del 80 % de Cetelem, una Sofom propiedad de BNP Paribas, realizada en agosto de 2024, consolidando la presencia de Inbursa en el sector financiero automotriz.