Al participar en el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la canciller Alicia Bárcena, defendió los logros del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y celebró la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta en la historia del país.

En su intervención durante el debate general de la Asamblea, Bárcena subrayó la importancia de este momento histórico, señalando que la elección de Sheinbaum representa un avance significativo en la representación política de las mujeres en México.

“Es un hito que debe ser celebrado, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero”, comentó.

La funcionaria también expresó su preocupación por temas globales urgentes, como el cambio climático, las tensiones geopolíticas, el armamentismo, la migración, el ascenso de gobiernos antidemocráticos y la crisis de legitimidad del sistema multilateral liderado por la ONU.

Destacó que estamos viviendo un “cambio de época” en el que “la hegemonía neoliberal ha demostrado su fracaso palpable”, argumentando que ese modelo ha generado un desarrollo extractivista que ha socializado las pérdidas, privatizado las ganancias, empobrecido a las personas y devastado el planeta.

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Bárcena mencionó los avances del modelo de “humanismo mexicano” implementado por el gobierno de López Obrador, que busca forjar “una sociedad justa, igualitaria y fraterna; una economía moral que garantice una distribución equitativa del ingreso y el respeto al medio ambiente”.

Resaltó que durante la presente administración se han logrado importantes cambios, como la eliminación de privilegios fiscales que fortalecieron las arcas públicas y combatieron la corrupción, la evasión y la elusión fiscal.

Además, enfatizó que esas acciones se han llevado a cabo en un entorno de estabilidad que ha cimentado a México como un destino atractivo para la inversión.

Por último, Bárcena recordó las acciones históricas del gobierno federal para reconocer los derechos de los pueblos indígenas y garantizar la igualdad y la participación política de las mujeres.

“Hemos dejado un legado de conquistas sociales en nuestra Constitución, algo que no debe ser arrebatado a las futuras generaciones”, concluyó.