Alejandro “Alito” Moreno y Carolina Viggiano fueron reelegidos como presidente y secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Moreno consiguió 440 votos, el 97 % de los sufragios emitidos, de los cerca de 480 integrantes del Consejo Político Nacional, contra los ocho apoyos que obtuvo su única oponente, Lorena Piñón.

La elección, que duró cinco horas, fue vigilada por observadores internacionales que se aseguraron que el proceso se llevó a cabo con total transparencia.

Al tomar protesta para continuar como líder del PRI, “Alito” Moreno señaló que han “cumplido con una jornada electoral ejemplar. Todos los presentes participamos de manera transparente, como lo sabemos hacer en el PRI, con amplia participación, pero, sobre todo, aquí se decidió democráticamente”.

Además, el dirigente anunció el inicio de la renovación del partido y abrió la puerta a apoyar reformas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de su sucesora, Claudia Sheinbaum. Aunque ha sostenido que la reforma al Poder Judicial no tendrá los votos priistas.

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A su vez, el dirigente reconoció la crisis que atraviesa el partido luego de los desastrosos resultados electorales del 2 de junio.

“No vamos a ocultar que el partido se encuentra en la posición más compleja que hemos tenido en nuestra historia. Tampoco negaremos que el partido ha perdido terreno, apoyo popular y cargos de representación”, dijo.

La caída estrepitosamente que ha tenido el PRI en los últimos años se aceleró desde la llegada de Moreno a la dirigencia, han referido sus críticos. En medio de la debacle, Moreno ha anunciado el inicio de los trabajos para rescatar el partido.

El proceso de reelección estuvo marcado por críticas y señalamientos de simulaciones.