El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la liberación del periodista Julian Assange, pues consideró que era lo mismo que “tener en prisión a la libertad y a la libertad de expresión”.

En conferencia de prensa matutina, al mandatario se le cuestionó sobre el tema, por lo que recalcó el mensaje que publicó el lunes en redes sociales y se limitó a felicitar a todos los que participaron para que fuera posible su liberación.

“Nosotros también nos sumamos a esa campaña y como lo expresé en mi Facebook, estamos muy contentos por la salida de la cárcel”, subrayó.

Y añadió: “Era una cosa muy injusta, era como tener en prisión a la libertad y a la libertad de expresión”.

En otras conferencias, López Obrador mencionó que la estatua de la Libertad de Nueva York estaba de adorno, en el contexto del aprisionamiento de Assange.

“Ahora está contenta la estatua de la Libertad”, dijo.

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El mandatario descartó comunicarse con Assange porque, aseguró, tiene conocimiento de sus protestas ante los presidentes Donald Trump y Joe Biden.

En una carta que le envió a Trump el 23 de diciembre de 2020, López Obrador le solicitó, apelando “a su humanismo”, el indulto para Assange, “aunque haya actuado de manera equivocada”.

Además, se ofreció a dar facilidades para darle asilo en México al fundador de Wikileaks.

En la que le envió a Biden el 9 de enero de 2023, el presidente mexicano le externó su respaldo a las distintas voces en el mundo que pedían la libertad de Assange, apelando a “la defensa de las libertades” con la que se fundó, dijo, Estados Unidos.

Pero sobre todo, al riesgo de muerte para Assange en caso de que fuera extraditado a ese país.

El lunes, Julian Assange salió de la prisión británica donde estaba recluido luego de llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos: declararse culpable de espionaje y aceptando una pena de 62 meses de prisión (cinco años y dos meses).

Para ello, se tomaría “a favor” el tiempo que pasó encarcelado desde 2019.

Desde 2012, Assange pasó siete años asilado en la embajada de Ecuador en Londres y cinco en una prisión británica luchando por no ser extraditado a Estados Unidos.

¿El motivo? Haber conspirado contra ese país por revelar en 2006 información oficial confidencial o restringida en torno a la guerra, espionaje y corrupción.