Febrero es conocido por la tradición comercial que estableció el día de San Valentín como motivo de fomentar el consumo en forma de obsequios para las personas especiales.

Sin embargo, el amor ha estado presente desde el primer instante de nuestra especie, y ha influido en las decisiones, que incluso han afectado el destino de naciones.

Ahora que se acerca San Valentín, en Evangelio recordaremos algunos grandes amores que hicieron perder el mundo de vista a personas poderosas y cambiaron para siempre la historia universal.

Desde la narrativa de la creación del mundo a través del emparejamiento de los dioses egipcios de la tierra y la luna, que dieron origen a Isis y Osiris, hasta la historia de Adán y Eva, según se relata en el Génesis.

En la antigüedad, el amor entre Akhenatón y Nefertiti cambió la historia de un imperio. Unidos por un afecto genuino, desafiaron juntos la influencia del culto de Amón para transformar a Egipto en un reino monoteísta, concentrando el poder en el faraón primero y, tras su muerte, en Nefertiti, quien gobernó en solitario hasta su fallecimiento en el 1331 a.C.

Otro amor famoso en la historia de Egipto fue el de Marco Antonio y Cleopatra, una relación prohibida que desafió a Roma y provocó una guerra con Augusto por el control del Mediterráneo.

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A pesar de su trágico final, con el suicidio de ambos, de haber triunfado, habría dado lugar a un imperio muy distinto al romano.

En el año 1526 d.C., la relación extramatrimonial entre Enrique VIII y Ana Bolena transformó un reino entero.

Su historia llevó al rey a distanciarse del catolicismo por las negativas del papa a concederle el divorcio, lo que emancipó a Inglaterra de los problemas continentales y le permitió concentrarse en la creación de un imperio comercial que sería el más grande de la tierra.

No sólo reyes y faraones han influenciado la historia a través de sus relaciones, sino también parejas como Pierre y Marie Curie o Martin y Coretta King, quienes unieron sus esfuerzos a lo largo de sus vidas en pro del progreso científico o la igualdad social.

En el último siglo, dos parejas marcaron hitos al convertirse en las primeras del mismo género en casarse (Stig Elling y Steen Andersen en 1989) y al desafiar el tabú del matrimonio interracial en los Estados Unidos en 1958 (Mildred y Richard Loving).