Ha pasado una semana del partido entre México y Honduras, pero la polémica y el enojo de los aficionados catrachos no baja, por lo que ahora se asegura que la Concacaf sancionará al árbitro del encuentro, Iván Bartón.

De acuerdo con Deportes Tvc, se está analizando la posibilidad de que el silbante salvadoreño nunca más vuelva a pitar un partido de Honduras, ni mucho menos acudir a dicho país a hacerlo.

Asimismo, según la fuente periodística, también se le prohibiría estar presente en algún juego donde esté involucrado un club hondureño dentro de las competencias de Concacaf.

La polémica se generó a raíz de que Iván Bartón decidió añadir nueve minutos adicionales al encuentro y, posteriormente, agregó otro par de minutos, lo que derivó en la anotación de la selección mexicana que significó el empate en el marcador global.

Aunado a eso, el árbitro también decidió repetir en tres ocasiones el penal de César “Chino” Huerta, bajo el argumento de que el arquero hondureño se adelantaba antes de que el futbolista mexicano realizara su disparo.

Por último, Iván Bartón no detuvo el partido pese a que en las gradas se estaba presentando el grito homofóbico, situación que es sancionada por la FIFA y tiene un protocolo para ello.

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Árbitros odiados

El caso del salvadoreño no es el único en el mundo del futbol, pues a lo largo de la historia, varios silbantes han pasado a ser considerados como enemigos en el ámbito deportivo por los aficionados.

Un ejemplo de lo anterior, es Edgardo Colosal, quien fue el encargado de pitar la final de la Copa del Mundo de Italia 90 entre Alemania y Argentina, en la cual, los teutones salieron vencedores.

El uruguayo naturalizado mexicano marcó una falta del arquero Sergio Goycochea ante el teutón Andreas Brehme, por lo que con la anotación Alemania levantó el trofeo, provocando la ira de los argentinos, misma que se mantiene hasta el día de hoy.

Byrón Moreno

El árbitro ecuatoriano fue señalado como el responsable de que Italia quedara eliminado de la Copa del Mundo de Corea-Japón en el 2002.

La toma de decisiones en el encuentro correspondiente a los octavos de final, fueron catalogadas como tendenciosas a favor de Corea del Sur, por lo que automáticamente se convirtió en el árbitro más odiado por los aficionados italianos.

Su actuación provocó que el silbante fuera suspendido por 20 partidos y fue investigado por la FIFA, ya que arrastraba otra serie de partidos con resultados sospechosos.

Pero la polémica de Byrón Moreno no terminó ahí, pues en septiembre del 2010 fue detenido en el aeropuerto de Nueva York por llevar consigo seis kilos de heroína, por lo que fue sentenciado por tráfico de drogas.