Analizan el estatus de la vida salvaje en los esteros y la zona de manglares de la costa de Lázaro Cárdenas, Michoacán, tras la muerte de un adolescente devorado por cocodrilos.
La Secretaría de Medio Ambiente de Michoacán abundó que la reducción del área natural protegida ha compactado el espacio para los cocodrilos.
Además, la sobrealimentación provocada por turistas también ha derivado en un desequilibrio en el ecosistema.
En los últimos años, se introdujeron especies de cocodrilos no endémicos, lo que también se está atendiendo por parte de las autoridades ambientales locales con la reubicación de especies.
En paralelo, ya se solicitó que se coloquen mallas de protección para evitar riesgos a los turistas que se paran a conocer la vida salvaje de la zona de esteros y manglares.
Fue a mediados del mes de Julio, cuando un adolescente oriundo de Guanajuato cayó desde un puente vehicular en el estero de Barra de Santana, donde murió devorado por los reptiles. Desde entonces la preocupación por la convivencia de los turistas en la zona sigue creciendo.