Colectivos animalistas acusaron al delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en Michoacán, Guillermo Naranjo Chávez, de buscar desalojar a tres gatos que viven en la dependencia desde hace diez años.

A través de un comunicado, expresaron que su intención es mandarlos a la calle, esto pese a que los felinos ya forman parte de la vida cotidiana de los trabajadores, visitantes y usuarios.

Se trata de Benito (más de 10 años), Solecito (8 años) y Pelusa (5 años), quienes se han convertido en símbolo de la institución, pues aseguran que son ejemplares queridos, cuidados y protegidos por la comunidad laboral, además de que no representan ningún gasto al erario público, ya que su alimentación y cuidados han sido costeados de manera voluntaria por  los trabajadores.

“Resulta inconcebible y contradictorio que una institución que se supone debe proteger al ambiente y garantizar la justicia ambiental intente ahora abandonar a los mismos animales que han sido parte de su identidad y que, además, representan un ejemplo de empatía y tenencia responsable”, expresaron en el documento.

Por otra parte, recordaron que en estos tiempos los derechos de los animales cuentan con reconocimiento constitucional y la misma administración federal ha impulsado avances como la prohibición de la tauromaquia en Michoacán.

Por ello, hicieron un llamado urgente a la sociedad civil, medios de comunicación, otros colectivos animalistas y ciudadanía en general a pronunciarse y evitar este atropello.

“Los gatos de Profepa no solo son animales en situación de vulnerabilidad, son un símbolo de la contradicción entre el discurso institucional y la práctica real. Exigimos respeto, empatía y coherencia. Benito, Solecito y Pelusa deben quedarse en casa”, concluyeron.