Un apagón tecnológico a nivel mundial, vinculado a una reciente actualización de software de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike, dejó a cerca de 8.5 millones de dispositivos de Microsoft fuera de servicio, según informó la firma.

A pesar de que dicho número representa menos del 1 % de todas las máquinas Windows, el impacto económico y social ha sido significativo, afectando extensamente a servicios críticos en diversas industrias.

La actualización desencadenó una serie de problemas técnicos que resultaron en la cancelación de miles de vuelos, la interrupción de transmisiones en cadena de televisión y el bloqueo del acceso a servicios esenciales, incluyendo sanidad y banca.

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“Aunque el porcentaje afectado es pequeño, el amplio impacto refleja la importancia de CrowdStrike en la gestión de servicios críticos para muchas empresas”, destacó Microsoft en su blog.

En un esfuerzo por mitigar la crisis, CrowdStrike ha colaborado con Microsoft para desarrollar soluciones que optimicen la respuesta de la infraestructura Azure, además de trabajar en conjunto con gigantes como Amazon Web Services y Google Cloud Platform para compartir información sobre los efectos de la actualización en tiempo real.

El sector del transporte aéreo ha comenzado a recuperar la normalidad tras la interrupción masiva.

Delta Air Lines, una de las aerolíneas más golpeadas por el apagón, reportó que hasta las 14:00 GMT del sábado se habían cancelado más de 600 vuelos, con la expectativa de que esta cifra aumente a medida que se continúe evaluando la situación.