Aranceles de Trump, un disparo en el pie para EUA
evangelio | 4 febrero, 2025

El sábado 1 de febrero, Donald Trump anunció un decreto para imponer aranceles del 25 % a los productos mexicanos importados a partir del 4 de febrero.

La imposición de estos aranceles tiene como objetivo, según la Casa Blanca, frenar el flujo de drogas y de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos.

Pero tras la llamada del lunes 3 de febrero, la presidenta Claudia Sheinbaum acordó el envío de 10 mil agentes de la Guardia Nacional a la frontera para, entre otras medidas, combatir el tráfico de drogas de México a Estados Unidos.

En tanto, Estados Unidos se comprometió a evitar el tráfico de armas hacia México, y se prevé que ambos gobiernos colaborarán en asuntos de seguridad y comercio.

Pero, ¿qué son los aranceles?

Los aranceles son impuestos que un país aplica a las mercancías importadas provenientes de otros países. Sin embargo, cuando un país impone aranceles a las importaciones de otro país, está esencialmente aumentando el costo de esos productos en su propio mercado.

Este tipo de medidas puede tener varios objetivos, como proteger a la industria local, recaudar ingresos, regular el comercio, o bien, se aplican como medidas de represalia, como sucede en este caso.

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Pero cuando un país impone aranceles a un socio comercial como lo es México, puede afectar la cadena de suministro, afectar los precios para los consumidores estadounidenses y afectar la competitividad de las empresas que dependen de insumos importados

Los avisos para el presidente estadounidense también llegan desde su propio país. Tras el anuncio sobre la imposición de aranceles, el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes estadounidenses advirtió sobre las repercusiones en la industria de nuestro vecino del norte.

Advirtió que “un arancel del 25 % a Canadá y México amenaza con desmantelar precisamente aquellas prácticas de la cadena de suministro que han hecho que la manufactura estadounidense sea más competitiva en todo el mundo”.

Detalló que “los efectos en cadena serán graves, especialmente para los fabricantes pequeños y medianos que carecen de la flexibilidad y el capital para encontrar rápidamente proveedores alternativos o absorber los crecientes costos de la energía”.

Además de los sectores empresariales, 43 legisladores demócratas pidieron en una carta a Trump retroceder en los aranceles, asegurando que “estos devastarán a los estadounidenses que ya luchan con los altos precios, destruirán empleos y dañarán las relaciones diplomáticas con nuestros socios más cercanos”.

“Declarar esta emergencia es un abuso de poder que pone de manifiesto la falta de una justificación jurídica real para estos aranceles”, señala la misiva.

Es decir, más claro ni el agua.

El tema arancelario repercute en Estados Unidos, y de eso no hay ninguna duda, en empleo, en inversión, en precios, en opciones, pero el presidente Trump nunca lo va a aceptar, porque él va a decir: “Ven, México cedió”.

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