El Gobierno de Estados Unidos anunció la puesta en marcha de un nuevo grupo operativo de Seguridad Nacional en el sur de Texas, una medida que llega después del amplio operativo realizado en San Antonio, donde más de 140 migrantes fueron arrestados durante una redada nocturna.

La fuerza, que estará conformada por agentes del FBI y del área de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), tendrá como misión central enfrentar el crimen transnacional. De acuerdo con un comunicado del FBI, el equipo enfocará sus esfuerzos en organizaciones criminales, incluidos cárteles y pandillas, tanto en territorio estadounidense como fuera de sus fronteras.

“Estamos comprometidos con desarticular a los cárteles y a las redes criminales responsables de la violencia, la trata de personas y el tráfico de drogas; nuestro objetivo es proteger la seguridad de las comunidades a las que servimos”, señaló Alex Doran, agente especial del FBI en San Antonio.

La redada ocurrió alrededor de las dos de la madrugada del domingo y, según las autoridades, entre los detenidos hay personas originarias de Venezuela, Honduras, México y otros países latinoamericanos. El FBI y el DHS afirmaron que el operativo buscaba frenar la presencia del grupo criminal transnacional Tren de Aragua en la ciudad, aunque no precisaron si entre los arrestados hay personas relacionadas con la organización, ni si enfrentan cargos o cuentan con antecedentes penales.

Al interior de la comunidad migrante, las dudas sobre el operativo persisten. Liliana Padilla, pastora metodista que trabaja con población latina en San Antonio, cuestionó la versión oficial. En declaraciones a EFE, afirmó que en meses recientes ha habido arrestos de migrantes sin antecedentes ni causas aparentes. “Estos casos están aumentando y lo más triste es que es un proceso de mucha injusticia, porque no hay ningún referente de un crimen o una violación de la ley”, expresó.

La acción se suma a la estrategia del gobierno republicano de Donald Trump, que ha desplegado centenares.