Tras la cancelación de las celebraciones del Grito de Independencia en municipios como Zinapécuaro, Peribán y Uruapan por amenazas de grupos criminales, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, advirtió que la violencia en la entidad atraviesa una nueva etapa de recrudecimiento.
En conferencia de prensa, el prelado reconoció que aunque las amenazas provinieron de un grupo reducido, lograron generar un clima de incertidumbre y temor que obligó a las autoridades locales a suspender los festejos patrios para proteger a la ciudadanía.
“La violencia en Michoacán no ha disminuido, al contrario, parece haberse recrudecido en los últimos meses, afectando no solo la seguridad pública sino también la vida comunitaria”, señaló Garfias Merlos.
El arzobispo lamentó que aún no exista un acuerdo sólido de colaboración entre las instituciones civiles y la Iglesia para trabajar en la construcción de la paz, aunque reiteró la disposición del clero para impulsar iniciativas que transformen la violencia en oportunidades de reconciliación social.
Asimismo, llamó a los distintos sectores de la sociedad a priorizar la paz y la justicia, invitando a los ciudadanos a sumarse a un esfuerzo conjunto que permita enfrentar la crisis de inseguridad.
A pesar de la tensión que obligó a suspender actos oficiales, la Iglesia católica en Michoacán continuará promoviendo espacios de diálogo y reconciliación comunitaria, reafirmó el jerarca religioso.