Las operaciones de seguridad desplegadas en distintas zonas de Michoacán durante la última semana derivaron en una serie de aseguramientos y detenciones que forman parte del esquema permanente de vigilancia implementado en la entidad.

De acuerdo con los reportes oficiales, más de 93 kilogramos de droga -principalmente sustancias sintéticas- fueron decomisados en distintos puntos del estado, junto con nueve armas de fuego y dos campamentos que presuntamente eran utilizados por células delictivas y que quedaron desmantelados.

Los resultados se obtuvieron mediante acciones coordinadas entre corporaciones estatales y federales, que mantienen operativos simultáneos en regiones priorizadas.

Durante estas intervenciones, un total de 34 personas fueron detenidas por su presunta relación con actividades ilícitas, mientras que, en un hecho distinto registrado en Salvador Escalante, dos individuos que habrían agredido a personal operativo murieron durante un enfrentamiento.

Los dispositivos de seguridad se mantienen activos como parte del denominado Plan Paricutín, una estrategia que combina vigilancia terrestre, patrullajes focalizados y tareas de inteligencia para contener actividades criminales y mejorar la presencia institucional en zonas catalogadas como de riesgo.

Las autoridades informaron que los operativos continuarán en todo el territorio estatal, con énfasis en las regiones donde se han detectado movimientos recientes de grupos delictivos y rutas de trasiego.

El objetivo -según expusieron- es sostener la presión operativa, evitar reagrupamientos y mantener un monitoreo constante de las áreas donde se han registrado incidentes de alto impacto en semanas recientes.