Una mujer trans fue asesinada a balazos la tarde de este viernes al interior del gimnasio “Spartan Gym”, ubicado en la colonia Lázaro Cárdenas de Apatzingán, uno de los municipios con mayor presencia del crimen organizado en la región de Tierra Caliente.
El hecho ha generado consternación entre activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes denunciaron que se trata de un nuevo caso de violencia por prejuicio.
El ataque ocurrió alrededor de las 19:30 horas, cuando sujetos armados irrumpieron en el establecimiento ubicado sobre la avenida Francisco I. Madero, esquina con Joaquín Amaro, y dispararon en al menos diez ocasiones contra la víctima, quien se encontraba realizando ejercicio. Tras la agresión, los responsables huyeron sin que hasta el momento se reporten personas detenidas.

Testigos del hecho, en estado de pánico, alertaron al servicio de emergencias. Paramédicos de Protección Civil Municipal llegaron al lugar, pero solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer.
El área fue asegurada por elementos policiales, en tanto peritos de la Unidad de Servicios Periciales y Escena del Crimen (USPEC) realizaron las diligencias correspondientes.
Este crimen se suma a una preocupante ola de violencia contra personas trans en México, país que se ha ubicado como uno de los más letales para la comunidad transgénero a nivel mundial.
De acuerdo con datos de la organización Letra S, tan solo en 2023 se documentaron al menos 58 asesinatos de personas LGBT+, de los cuales 36 fueron contra mujeres trans, principalmente en contextos de extrema violencia. La mayoría de los casos, según denuncian activistas, permanecen impunes.
Diversas colectivas han señalado que el sistema de justicia no aplica protocolos con perspectiva de género y diversidad sexual, lo que contribuye a la revictimización y al estancamiento de las investigaciones. Aunado a ello, muchas agresiones no son clasificadas como crímenes de odio, lo que impide dimensionar correctamente la magnitud del problema.
En redes sociales, la noticia del asesinato ha generado indignación entre integrantes de la comunidad LGBT+ de Michoacán, quienes exigen justicia y una actuación urgente por parte de las autoridades estatales y federales. También reclamaron la falta de políticas públicas efectivas para prevenir estos crímenes, en un contexto donde los grupos vulnerables siguen expuestos a la violencia estructural y social.