El asesinato del periodista de Al Jazeera Anas al Sharif y cuatro colegas en un ataque aéreo israelí en la franja de Gaza ha generado indignación y condenas en todo el mundo. El ataque, ocurrido la noche del domingo, provocó la muerte instantánea de los cinco reporteros mientras realizaban su labor informativa.

Wadi Abu Al Saud, periodista palestino que estaba cerca de la escena, relató cómo la explosión alcanzó la tienda donde trabajaban, causando una escena de fuego y destrucción.

Las Fuerzas de Defensa de Israel admitieron la autoría del ataque, acusando sin pruebas a Al Sharif de pertenecer a Hamas y usar su labor periodística como fachada, una acusación rechazada categóricamente por Al Jazeera y organizaciones internacionales.

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La comunidad internacional, incluida la ONU, la Unión Europea, China, Alemania, y grupos como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros sin Fronteras, rechazaron el ataque y exigieron investigaciones independientes. La ONU calificó la acción como una grave violación del derecho internacional humanitario.

En el funeral celebrado en Gaza, amigos, familiares y colegas despidieron a las víctimas, mientras la Autoridad Nacional Palestina denunció el asesinato sistemático de periodistas que documentan la crisis en la región.

El saldo de periodistas muertos en Gaza supera ya a conflictos bélicos históricos, lo que agrava aún más la preocupación por la seguridad de los comunicadores en zonas de guerra.