La noche del sábado, un ataque armado contra un motociclista volvió a encender las alertas sobre la seguridad en la carretera Morelia-Pátzcuaro, una de las más transitadas —y también más vulnerables— del estado de Michoacán.

Los hechos ocurrieron poco después de las 20:00, a la altura del puente conocido como “Las Trojes”, cuando Gilberto Andrés C., de 30 años, fue interceptado y agredido a balazos mientras circulaba en una motocicleta Italika FT125.

De acuerdo con el reporte preliminar, recibió siete impactos de arma de fuego: seis en el abdomen y uno en la pierna derecha.

La víctima, residente de la calle Melchor Ocampo en Pátzcuaro, fue atendida por paramédicos locales y trasladada de urgencia a un hospital cercano. Al cierre de esta edición, su estado de salud se reporta como delicado.

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La motocicleta, que no portaba placas de circulación, fue asegurada por elementos de seguridad pública, quienes también acordonaron la zona para facilitar las labores periciales.

Hasta el momento, no se han dado a conocer detenciones relacionadas con el caso ni se ha precisado el posible móvil de la agresión.

Tan solo en lo que va del primer trimestre de 2025, Michoacán ha registrado más de 180 ataques armados en vía pública, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, muchos de ellos en caminos secundarios y carreteras intermunicipales.

Pero más allá de las cifras, la agresión a Gilberto expone una realidad incómoda: la violencia en las carreteras ya no es un fenómeno aislado, sino parte de una rutina cada vez más normalizada.