Al menos ocho palestinos, entre ellos seis niños, murieron y más de una docena resultaron heridos este domingo en un ataque israelí que impactó un punto de distribución de agua en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza.

De acuerdo con médicos locales, las víctimas se encontraban recolectando agua ante la escasez provocada por el cierre de instalaciones de desalinización y saneamiento.

El ejército israelí aseguró que el ataque tenía como objetivo a un militante de la Jihad Islámica, pero reconoció que un mal funcionamiento provocó que el misil cayera “a decenas de metros del objetivo”.

En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lamentaron el daño a civiles y afirmaron que el incidente está bajo investigación.

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Horas más tarde, otro ataque israelí contra un mercado en la ciudad de Gaza dejó al menos 12 muertos, entre ellos el médico consultor Ahmad Qandil.

Las autoridades israelíes no hicieron comentarios sobre este segundo bombardeo, mientras medios palestinos condenaron la ofensiva por su impacto en áreas densamente pobladas.

El Ministerio de Salud de Gaza informó que el número de muertos desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en octubre de 2023 supera ya las 58 mil personas.

En las últimas 24 horas, al menos 139 víctimas más se sumaron al recuento, en su mayoría mujeres y niños. La crisis humanitaria se agrava mientras crece la presión internacional por un alto al fuego inmediato.