Tres astronautas, un estadounidense y dos rusos, finalmente regresaron a la Tierra después de una odisea espacial de más de un año; Frank Rubio, de la NASA, estableció un nuevo récord para los vuelos espaciales estadounidenses.

Lo que debería haber sido una misión de 180 días se convirtió en una hazaña de 371 días en el espacio y su retorno se llevó a cabo en una zona remota de Kazajistán, donde aterrizaron en una cápsula Soyuz de reemplazo.

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El viaje espacial se prolongó debido a un incidente con su nave original, que perdió todo su refrigerante después de ser golpeada por basura espacial mientras estaba acoplada a la Estación Espacial Internacional.

La situación se complicó cuando ingenieros rusos descubrieron que la cápsula original había sido dañada por basura espacial, perforando su radiador y dejándola sin refrigerante, lo que representaba un peligro para los dispositivos electrónicos y cualquier ocupante de la cápsula.

“Es bueno estar en casa”, dijo Rubio tras ser ayudado a salir de la cápsula.