Un atropello múltiple en la zona peatonal de Mannheim dejó dos personas muertas y varios heridos, lo que llevó a las autoridades a detener a un sospechoso, un alemán de 40 años.

El ministro regional del Interior de Baden-Wurtemberg, Thomas Strobl, aseguró que el conductor irrumpió a gran velocidad, utilizando su vehículo “como un arma”.

Aunque se investiga el caso, el funcionario afirmó que no existen indicios de una motivación extremista o religiosa, sugiriendo que el comportamiento del autor podría estar relacionado con una “enfermedad psíquica”.

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El canciller Olaf Scholz calificó el suceso como un “acto insensato de violencia”, en un contexto marcado por una serie de ataques similares en Alemania en los últimos meses.

Debido al incidente, las autoridades llamaron a los residentes de Mannheim a permanecer en sus hogares.

Imágenes de los hechos muestran efectos personales esparcidos por el suelo, incluidos un zapato infantil, un bolso y una chaqueta.