Auditorios Municipal y Bicentenario mueren ante la apatía de Gobierno Municipal
evangelio | 1 enero, 2024

El mítico Auditorio Municipal de Morelia se encuentra en el olvido y agonizando. Desde hace casi tres años, el inmueble que albergó por mucho tiempo ligas deportivas de baloncesto y voleibol cerró sus puertas.

Bajo el argumento de que el espacio sería rehabilitado y se le sustituiría la red eléctrica, el Gobierno de Morelia, encabezado entonces por Raúl Morón Orozco, tomó la decisión de suspender cualquier actividad en dicho lugar.

Sin embargo, los trabajos de rehabilitación nunca llegaron y la administración municipal dijo adiós sin haber cumplido su promesa de restaurar el sitio que se ubica en la colonia Ventura Puente.

Ya con la llegada de Alfonso Martínez Alcázar como alcalde, se informó que contaban con un dictamen en el que se especificaban las observaciones a atender, específicamente del sistema eléctrico.

Pero al igual que su antecesor, Alcázar ha prolongado la promesa de abrir el espacio y simplemente ha dejado en el abandono un auditorio que cada vez muestra mayores evidencias de deterioro.

En octubre de 2022, la directora del Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte (Imcufide), Verónica Zamudio Ibarra, había asegurado que a la brevedad se invertiría un millón 200 mil pesos para la reparación del inmueble.

De acuerdo con la funcionaria municipal, la parte más complicada se situaba en la instalación de una nueva red eléctrica, por lo que estaban trabajando en un nuevo contrato con la  Comisión Federal de Electricidad.

Para abril, Evangelio solicitó la información sobre la apertura del auditorio y a través del área de Comunicación Social del Imcufide, se afirmó que en un plazo no mayor a tres semanas se retomarían las actividades.

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Lo anterior nunca sucedió y al cuestionar de nueva cuenta en días pasados por la situación, simplemente se informó que todavía no estaba listo bajo el argumento de que el lugar “se recibió en pésimas condiciones, entre ellas, el techo, la duela y todo el sistema eléctrico”.

Deportistas buscan alternativas

Ante la falta de voluntad para atender la problemática del auditorio, el presidente de la Liga Municipal de Baloncesto, Jesús Huerta, explicó a Evangelio que se han visto en la necesidad de buscar sedes alternas para no suspender los torneos.

Y si bien en Morelia se cuenta con las canchas que se ubican en el Centro Deportivo Ejército de la Revolución (CDER), expuso que los espacios no siempre están disponibles.

En ese sentido, al ser una de las ligas más viejas de la ciudad, apuntó que registran aproximadamente 100 equipos de todas edades, por lo que hay una preocupación generalizada sobre el futuro de la liga si no se encuentra un espacio fijo para jugar.

Auditorio Bicentenario, otro espacio que se muere

Pero el Municipal no es el único espacio en malas condiciones en la ciudad, pues el Auditorio de la Unidad Deportiva Bicentenario es otro inmueble que se encuentra prácticamente inservible.

Aunque en el pasado albergaba competencias de carácter nacional en diferentes disciplinas, con el paso de los años se fue deteriorando sin que las administraciones de Raúl Morón Orozco y en las dos de Alfonso Martínez Alcázar hicieran algo para detenerlo.

Con fallas en sus plafones y sanitarios, el auditorio fue cerrado y al igual que con el Auditorio Municipal, se hizo la promesa de conseguir el recurso para rehabilitarlo, cosa que no ha sucedido.

En un primer momento se calculaba que la reparación tendría un costo de 2 millones de pesos, pero al paso del tiempo la cifra fue creciendo hasta alcanzar los 13 millones de pesos.

El plan de la presente administración era conseguir el recurso a través de un programa de la Secretaría de Bienestar y Política Social de Morelia, por lo que ingresaron un proyecto a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Ante la negativa de la dependencia federal, el gobierno de Martínez Alcázar se quedó sin un plan B para atender el deterioro, mismo que se agravó con el incendio que sufrió el inmueble en octubre y que ha dejado al lugar en el olvido.

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