En Morelia persiste una tendencia marcada de sobrepeso y obesidad infantil que refleja el mismo comportamiento observado en Michoacán. Factores como el consumo frecuente de comida ultraprocesada, bebidas azucaradas y productos con alto contenido de azúcar influyen en esta problemática.

Datos de la Secretaría de Salud señalan que hasta un 60% de los niños padecen de sobrepeso u obesidad.

Durante la temporada de celebraciones entre octubre y diciembre, la exposición de niñas y niños a dulces incrementa de forma notable. Halloween, Día de Muertos y las primeras festividades decembrinas elevan la disponibilidad de golosinas y productos azucarados.

Este incremento estacional en el consumo forma parte de los patrones alimentarios que preocupan a especialistas en salud. Las cantidades ingeridas superan con facilidad los límites recomendados para la población infantil.

Organismos internacionales de salud sostienen que los azúcares libres deben representar solo una fracción reducida de las calorías diarias.

Acercarse a límites más bajos permite disminuir riesgos asociados a enfermedades crónicas.

En las escuelas, hogares y espacios públicos, la presencia de dulces y refrescos se vuelve más constante durante estas semanas, lo que dificulta que las familias regulen la ingesta de sus hijos. Esta situación refuerza la necesidad de promover hábitos alimentarios más equilibrados.

Para madres, padres y tutores, el reto consiste en encontrar alternativas que permitan moderar el consumo sin impedir la convivencia tradicional ligada a estas festividades. Expertos sugieren privilegiar opciones nutritivas y limitar el acceso continuo a productos azucarados.

La evidencia disponible indica que el combate al sobrepeso infantil requiere acciones conjuntas entre autoridades, instituciones educativas y familias, especialmente en periodos donde los estímulos al consumo aumentan.