El índice de precios al consumo (IPC) en Estados Unidos registró un aumento del 3 % en enero, marcando su cuarto mes consecutivo de alza.

La ligera variación respecto al 2.9 % de diciembre, de acuerdo con las cifras del Departamento de Trabajo, supera la proyección del 2.8 % estimada por economistas.

La escalada inflacionaria ha intensificado la presión sobre la Reserva Federal (Fed) para que mantenga su actual pausa en el recorte de tasas, que se encuentran entre 4.25 % y 4.50 %.

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El presidente Donald Trump no dudó en atribuir el incremento a su predecesor, Joe Biden, afirmando en su red social que “la inflación de Biden subió”.

Además, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se sitúa en 3.3 %, lo que pone en duda la capacidad de la Fed para cumplir su objetivo de inflación a largo plazo del 2 %.

En el análisis mensual, se observó un aumento del 0.5 % en enero, y del 0.3 % si se excluyen los precios volátiles de los alimentos y la energía.

Los datos más recientes probablemente avivarán los llamados para que la Fed mantenga sus tasas, a la espera de que se produzcan alivios en los precios.