Durante la actual temporada de lluvias en México, se ha observado un aumento en los casos y defunciones por dengue, a pesar de la importancia de las lluvias para garantizar el abasto de agua para consumo humano y la agricultura.

El dengue, una infección vírica transmitida por el mosquito Aedes aegypti, se caracteriza por síntomas como fiebre elevada, dolor muscular y, en su forma más grave, puede llevar a un estado de shock y hemorragias internas que ponen en riesgo la vida.

Según datos oficiales, desde enero hasta el pasado 26 de junio, se han registrado en el país un total de 18 mil 631 contagios, casi cinco veces más que los tres mil 869 reportados en el mismo periodo de 2023. Además, se ha contabilizado un total de 26 defunciones, en comparación con las cinco registradas en el mismo lapso del año anterior.

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Los estados de Guerrero, Tabasco y Veracruz encabezan la lista en número de casos, con un total de ocho mil 130 contagios en conjunto; sin embargo, Colima presenta la incidencia más alta, con una tasa de 136.63 casos por cada 100 mil habitantes.

La llegada del verano y la temporada de huracanes han provocado un aumento significativo de casos en estados como Nuevo León, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Puebla y Oaxaca.

Dicha situación ha generado una presión adicional en el sistema de salud, causando déficit de plaquetas en el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, escasez de analgésicos para aliviar los síntomas y una demanda masiva de suero para tratar a los pacientes afectados.

Según el Panorama Epidemiológico de Dengue 2024, hasta el 26 de junio se han confirmado un total de 18 mil 631 casos en el país en lo que va del año, lo que representa casi cinco veces más que los casos contabilizados en el mismo periodo del año anterior (3 mil 869).