Los precios del petróleo experimentaron un incremento de cerca del 1 % el pasado viernes, alcanzando su nivel más alto en dos semanas.
El ascenso llega en medio de la preocupación por la intensificación del conflicto en Ucrania, que ha elevado la prima de riesgo geopolítico en el mercado energético.
Los precios del crudo se vieron impulsados por el nerviosismo generalizado en torno a la situación entre Rusia y la OTAN, dejando en un segundo plano las inquietudes sobre la oferta y la demanda, así como el fortalecimiento del dólar.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en enero alcanzó un incremento del 1.27 %, fijándose en 75.17 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) para el mismo mes subió un 1.63 %, alcanzando los 71.24 dólares.
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Andy Lipow, analista de Lipow Oil Associates, comentó que “los precios del petróleo volvieron a subir por el nerviosismo entre Rusia y la OTAN”.
La percepción de riesgo se vio alimentada porque el gobierno ruso afirmó que Estados Unidos “comprendió” el mensaje de Vladimir Putin, quien el jueves había reivindicado el lanzamiento de un misil capaz de transportar ojivas nucleares, en respuesta a los recientes ataques de Ucrania con misiles ATACMS estadounidenses y Storm Shadow británicos.
Putin advirtió que podría atacar a los países que continúan suministrando armas a Ucrania, lo que ha llevado al mercado a considerar una mayor probabilidad de interrupciones en el suministro de crudo.
A pesar del aumento, los precios del crudo siguen estando contenidos por proyecciones de un excedente de oferta en 2025 y por una “caída mensual de demanda” en China, como mencionó John Evans de PVM Energy.