Un autobús de la línea Parhíkuni fue atacado a pedradas en la carretera Buenavista–Apatzingán, a la altura de Santa Ana Amatlán. El chofer resultó herido en la cabeza cuando una roca atravesó el parabrisas durante un intento de asalto.
De acuerdo con los primeros reportes, un grupo de sujetos intentó obligar a la unidad a detenerse en plena carretera. Ante la negativa del conductor, los agresores lanzaron piedras contra el camión; una de ellas impactó de lleno en su rostro y lo dejó ensangrentado. Aun con la lesión, el operador logró mantener el control del vehículo y conducirlo hasta un punto seguro, evitando una tragedia mayor para los pasajeros.
El ataque no dejó más heridos, pero generó momentos de pánico entre quienes viajaban en la unidad. El chofer fue auxiliado por sus compañeros y trasladado a recibir atención médica. Su estado de salud se reporta como estable.
Hasta ahora no hay detenidos y las autoridades no han emitido un parte oficial. La Fiscalía General del Estado y la Guardia Civil recibieron reportes del hecho, ocurrido en un tramo carretero considerado de alto riesgo por los constantes intentos de asalto y presencia de grupos armados.
El ataque ocurrió en Buenavista Tomatlán, municipio de la región de Tierra Caliente con una población cercana a los 45 mil habitantes. Se trata de un corredor carretero estratégico que conecta con Apatzingán, donde el transporte público es vital para la movilidad diaria. El hecho de que incluso un servicio tan cotidiano sea blanco de agresiones confirma la vulnerabilidad con la que viven comunidades enteras en esta zona de Michoacán.