Las autoridades del sector financiero en México reconocen que aún hay “mucho por hacer” para que las nuevas tecnologías en el sistema financiero alcancen a los grupos más vulnerables de la población, incluyendo a las personas mayores y a quienes residen en comunidades rurales.

A pesar del avance en la innovación que ha permitido a un mayor número de personas acceder a productos de ahorro y crédito, la era digital ha presentado desafíos en términos de seguridad y prevención de fraudes.

El titular de la unidad de banca, valores y ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Alfredo Navarrete, afirmó que actualmente el 52 % de la población adulta en México utiliza aplicaciones móviles para realizar operaciones y consultas financieras.

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Sin embargo, el uso es significativamente mayor entre aquellos de 18 a 44 años, lo que indica que es importante intensificar esfuerzos para que otros grupos demográficos, en especial los adultos mayores y los habitantes de zonas rurales, también se beneficien de estas innovaciones.

El funcionario enfatizó que la incorporación de modelos de crédito alternativos, fundamentados en el análisis de datos y algoritmos, ha permitido una mayor inclusión financiera, superando las limitaciones de los métodos tradicionales que a menudo excluyen a jóvenes, migrantes y personas de bajos ingresos.

“Es fundamental seguir desarrollando herramientas y servicios innovadores y construir alianzas entre las instituciones, entendiendo las barreras y dificultades de la población, particularmente de aquellos que han sido desatendidos”, destacó.

Navarrete concluyó que es esencial que la digitalización no solo amplíe el acceso a servicios financieros, sino que también contribuya a un desarrollo económico más inclusivo y sostenible para toda la población.