Más de 60 profesionales sanitarios se han reunido en la segunda edición sobre Medicina Culinaria, Nutrición Conductual y Hábitos saludables, en la que se destacó que un tratamiento dietético adaptado beneficia a los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y mejora su calidad de vida.

Se subrayó que una alimentación adecuada puede reducir la toxicidad urémica y mejorar el control de comorbilidades como la hipertensión arterial, la diabetes o la dislipemia.

Especialistas enfatizaron la importancia de personalizar las recomendaciones nutricionales y considerar la alimentación como parte integral del tratamiento global.

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Se señaló que los hábitos de vida saludable, incluyendo la actividad física, son fundamentales para mejorar la nutrición de los pacientes con ERC y prevenir problemas como la obesidad sarcopénica.

Los expertos abogaron por la humanización y la personalización en la atención médica, destacando la importancia de adaptar las recomendaciones a la realidad y el estilo de vida de cada paciente.

Además, se mencionó un movimiento internacional para concienciar a los profesionales de la salud sobre la importancia de la alimentación y las técnicas culinarias, con el objetivo de transmitir estos conocimientos a los pacientes.