Varias decenas de miles de personas se manifestaron el domingo en Berlín en una contundente respuesta contra la posible llegada al poder de la extrema derecha en Alemania, específicamente en rechazo al partido Alternativa para Alemania (AfD).

De acuerdo con cifras de la policía, aproximadamente 30 mil participantes se unieron a la marcha, mientras que los organizadores estiman que fueron 38 mil.

La consigna de la movilización, “Mano con mano, somos los apagafuegos”, alude al “cordón sanitario” que han mantenido los partidos tradicionales desde la Segunda Guerra Mundial para evitar cualquier colaboración con movimientos de extrema derecha.

El trasfondo de la manifestación incluye un polémico discurso del vicepresidente estadounidense, JD Vance, quien llamó a los partidos alemanes a reconsiderar su posición hacia la AfD, sugiriendo que no deberían condenar al partido al ostracismo.

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Esa intervención generó preocupación entre los manifestantes, quienes temen que la AfD pueda convertirse en el segundo partido en las elecciones legislativas del 23 de febrero, según los últimos sondeos, que proyectan un apoyo del 20 % al 21 % para el partido.

Entre los participantes destacan las “abuelas contra la derecha”, un movimiento que ha crecido en relevancia en los últimos años.

Vestidas con distintivos gorros de lana, las activistas se comprometen a proteger la democracia y luchar contra los discursos nacionalistas y antimigrantes.

Fundadas en 2018, las “Omas gegen Rechts” ya han participado en más de 80 manifestaciones y su objetivo es asegurar un futuro democrático para las nuevas generaciones.

Con la preocupación sobre el resurgimiento de ideologías extremistas en un país aún marcado por su historia, los manifestantes en Berlín y más allá mantienen viva la memoria del pasado en la lucha por un futuro inclusivo.