El gobernador de Texas, Greg Abbott, recibió un llamado de parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos a suspender la aplicación de la ley SB4, la cual criminaliza a todas las personas que, a ojos de las autoridades, “parezcan migrantes”.

Si no acatan, sostiene el llamado del Gobierno de Estados Unidos, se llevará el caso a los tribunales.

Abbott no se quedó de brazos cruzados y tildó de “hostil” el llamado, además de acusar al al presidente Joe Biden de “estar destruyendo” a Estados Unidos.

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El ultimátum, una misiva de parte del procurador general adjunto del Departamento de Justicia, Bryan Boynton, expira el 3 de enero, está dirigida a Abbott, ya que firmó tal legislación el 18 de diciembre.

“Estados Unidos intenta entablar una demanda para frenar la aplicación de la SB4, a menos que Texas acepte evitar la implementación de la ley” explica la carta, y agrega: “Debido a que esta ley es inconstitucional y perturbará las operaciones del gobierno federal, solicitamos que Texas se abstenga de aplicarla”.

A decir del Departamento de Justicia, la ley antiinmigrante también “socavará las relaciones exteriores de Estados Unidos”, en referencia a las que tiene con México.