El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció nuevas regulaciones ejecutivas que allanarán el camino hacia la legalización de aproximadamente 500 mil inmigrantes indocumentados, en su mayoría de origen mexicano, que están casados con ciudadanos estadounidenses.

Dichas regulaciones permitirán que aquellos que hayan vivido en el país durante al menos diez años y no tengan antecedentes criminales puedan solicitar la residencia legal sin tener que abandonar Estados Unidos.

Si bien los inmigrantes que se casan con ciudadanos estadounidenses en general tienen la posibilidad de acceder a la residencia permanente, muchos indocumentados se ven obligados a salir del país y hacer la solicitud desde un consulado.

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Esa situación ha llevado a numerosos casos de separación de familias, donde algunos indocumentados, tras salir de Estados Unidos con la intención de regresar legalmente, no se les permite regresar con sus seres queridos.

Se estima que la mayoría de los beneficiarios de este nuevo programa, que entrará en vigor a finales del verano, tienen en promedio 23 años de residencia en Estados Unidos y son de nacionalidad mexicana.

Durante la presentación de la iniciativa en la Casa Blanca, Biden destacó que el 70 % de los estadounidenses respalda la medida para mantener unidas a las familias, subrayando la importancia de este principio en la sociedad estadounidense.

El anuncio de las medidas se produce en un momento en el que Biden ha recibido críticas por limitar las solicitudes de asilo en la frontera con México.