En su última rendición de cuentas ante el Congreso de Chile, el presidente Gabriel Boric anunció este domingo que su país respaldará un embargo internacional de armas contra Israel, al acusar a su gobierno de cometer “genocidio” y “limpieza étnica” contra el pueblo palestino.
“Lo hacemos para que dejen de matar niños”, afirmó ante una audiencia dividida entre aplausos y abucheos.
Boric informó que Chile dejará de importar armamento israelí y que instruyó a su ministra de Defensa presentar un plan para poner fin a la dependencia militar de dicho país.
Además, urgirá la tramitación de un proyecto que prohíbe la importación de productos fabricados en territorios palestinos ocupados ilegalmente.
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Recordó que su gobierno ya retiró al embajador chileno en Tel Aviv, vetó la participación israelí en la feria Fidae, se sumó a la denuncia de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia, pidió junto a México una investigación en la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y retiró a los agregados militares chilenos.
En el plano local, Boric anunció que la cárcel de Punta Peuco dejará de ser un penal exclusivo para condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
“No existe justificación alguna para ese privilegio”, señaló.
Sobre su gestión, admitió ajustes de rumbo, pero negó haber claudicado en sus principios. Reconoció que no pudo cumplir su programa con la profundidad deseada, pero defendió los avances realizados en un contexto político adverso.
También reivindicó el estallido social de 2019 como una expresión legítima del malestar acumulado y criticó a la derecha por intentar reducirlo a una ola de violencia sin contexto.