Expertos brasileños afirman que Brasil, la mayor economía sudamericana, tiene la oportunidad de consolidarse como proveedor clave de alimentos a nivel mundial, especialmente en soya, algodón y carnes, ante posibles disrupciones en las cadenas de suministro causadas por las políticas comerciales de la administración Trump.
En entrevista con Xinhua, el profesor Antonio Diegues, de la Universidad de Campinas, destacó la “súper cosecha” brasileña y la búsqueda de diversificación de algunos países ante la “guerra comercial global” iniciada por Estados Unidos.
Sin embargo, el experto enfatizó la necesidad de mantener el equilibrio geopolítico y mejorar la infraestructura interna para agilizar las exportaciones.
“Un país como Brasil puede beneficiarse al estar fuera de la disputa y de los obstáculos planteados por Estados Unidos”, añadió.
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Luiz Augusto de Castro Neves, del Centro Empresarial Brasil China (CEBC), coincidió en la posibilidad de un nicho de mercado para Brasil, aunque subrayó la importancia de aumentar la productividad, más allá del contexto global.
Por su parte, Bartolomeu Braz, de Aprosoja, reconoció la capacidad de Brasil para ocupar espacios en el mercado, pero advirtió sobre los “obstáculos en logística” que dificultan la meta de ser el mayor exportador de alimentos del mundo.
Brasil, ya afectado por aranceles estadounidenses al acero y aluminio, podría encontrar en la diversificación y su capacidad productiva una oportunidad para fortalecer su rol como potencia alimentaria, según Ivo Mello, ingeniero agrónomo del Instituto del Arroz de Rio Grande do Sul
Brasil es actualmente líder mundial en la exportación de soya, maíz, café, azúcar, jugo de naranja, carne bovina y de pollo.