El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, participó esta semana en la cumbre de los BRICS, un bloque que incluye a Brasil, China, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía, India, Irán, Rusia y Sudáfrica.

A pesar de las críticas y las sospechas de fraude en las recientes elecciones venezolanas, celebradas a finales de julio, Maduro recibió el respaldo público del presidente ruso, Vladímir Putin.

El viaje a Kazán es la primera salida de Maduro del país desde las controvertidas elecciones.

Sin embargo, el viaje no estuvo exento de decepciones, Brasil, bajo el liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva, vetó la incorporación de Venezuela al grupo, destacando la resistencia de Brasilia a premiar al régimen de Maduro tras el cuestionado proceso electoral.

Lula, quien no pudo asistir a la cumbre por una caída que le ocasionó una lesión, había instruido a su ministro de Relaciones Exteriores para oponerse a la solicitud venezolana.

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Su asesor en política internacional, Celso Amorim, comentó a CNN Brasil: “No defiendo la entrada de Venezuela. Hay que ir despacio”.

Con esa decisión, Lula envía un mensaje a Maduro, con quien ha mantenido tensiones diplomáticas en los últimos meses por las demandas brasileñas de transparencia en el proceso electoral venezolano.

A pesar de la negativa, Cuba y Bolivia fueron aceptadas como nuevos aspirantes a ingresar al bloque, lo que pone de manifiesto la preferencia de Brasilia por países que se alinean más con sus intereses políticos.

La relación entre Brasil y Venezuela ha estado marcada por intercambios de acusaciones.

Recientemente, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, acusó a Lula y al presidente chileno Gabriel Boric de ser “agentes de la CIA”, lo que generó críticas por parte del canciller venezolano, Yván Gil, quien subrayó que esas afirmaciones no representaban la posición oficial de su gobierno.

Además, Brasil ha reiterado su petición a Venezuela para que otorgue salvoconductos a seis opositores políticos que se encuentran refugiados en la embajada argentina en Caracas, una solicitud que ha sido ignorada hasta ahora por las autoridades venezolanas.