Pese a las declaraciones públicas en las que denunció presunta violencia política en razón de género, la diputada local Brissa Arroyo continúa formando parte de la bancada del PRD en el Congreso de Michoacán y, hasta ahora, no ha presentado su renuncia ni formalizado ninguna denuncia ante instancias partidistas.

Así lo confirmaron integrantes del Comité Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes ofrecieron una conferencia de prensa este lunes, sin la presencia del dirigente estatal Octavio Ocampo. En el encuentro con medios, las representantes perredistas negaron que existan elementos claros para sostener que la legisladora ha sido víctima de violencia institucional o política al interior del partido.

“La diputada no ha dejado de pertenecer a la bancada perredista y, hasta este momento, no se ha recibido ninguna solicitud de separación ni denuncia formal”, afirmó Martha Alejandra Velázquez, secretaria de la Mujer del Comité Estatal, al señalar que las acusaciones difundidas por Arroyo carecen de detalles verificables sobre los hechos denunciados.

Por su parte, Viridiana López, secretaria de Comunicación del PRD en Michoacán, sostuvo que la falta de presencia de Arroyo en algunos eventos no puede considerarse como exclusión por razones de género. “Ha habido ocasiones en las que se le ha convocado y ella no asiste, incluso con justificaciones. No hay una conducta sistemática de omisión”, afirmó.

Las dirigentes reiteraron que, de existir una queja con sustento jurídico y evidencias, el Comité Estatal está dispuesto a respaldar cualquier caso de violencia política contra mujeres, sin importar la filiación partidista.

El posicionamiento del partido ocurre en medio de un ambiente tenso entre la dirigencia perredista y la legisladora, quien públicamente ha señalado a su bancada por ejercer violencia simbólica y exclusión sistemática. No obstante, hasta ahora, la diputada no ha dado el paso de abandonar formalmente al partido ni ha emprendido acciones legales o administrativas ante instancias electorales.

El caso de Brissa Arroyo se mantiene en el terreno mediático y político, mientras desde el PRD se insiste en que no hay elementos formales que respalden las acusaciones vertidas por la legisladora.