Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea aprobaron este martes la entrada de Bulgaria a la eurozona a partir del 1 de enero de 2026, lo que convertirá al país balcánico en el vigésimo primer miembro del bloque monetario.

La decisión representa un hito tras años de evaluación económica, inestabilidad política y resistencia social interna.

La Comisión Europea y el Banco Central Europeo confirmaron en junio que Bulgaria cumple con los criterios necesarios: estabilidad de precios, disciplina fiscal, tipo de cambio estable y tasas de interés controladas.

La ministra danesa de Economía, Stephanie Lose, calificó el anuncio como la culminación de un proceso exigente y destacó el esfuerzo sostenido del país para alcanzar esta meta.

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El ingreso a la eurozona implica que Bulgaria dejará atrás su moneda nacional, la leva, 19 años después de haber ingresado a la Unión Europea.

Sin embargo, el camino ha estado marcado por siete elecciones en apenas tres años y encuestas recientes revelan que casi la mitad de la población se opone al cambio, temiendo efectos negativos en su economía diaria.

Con esta incorporación, la eurozona continúa su expansión más de dos décadas después de la introducción del euro en 2002.

Croacia fue el último país en unirse, en 2023. En la actualidad, otros siete Estados miembros de la UE, incluidos Polonia, Hungría y Suecia, aún no adoptan la moneda única. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró recientemente que fortalecer el papel global del euro es clave para la estabilidad y el futuro de la región.