La Comisión Estatal de Personas Desaparecidas se encuentra en la espera del cruce pruebas genéticas de los restos humanos encontrados en una fosa clandestina en Tacámbaro, Michoacán, como el principal indicio del paradero de Ricardo Lagunes Gasca y Antonio Díaz Valencia, comuneros de la zona costa del estado, que desaparecieron en Cerro de Ortega, Colima, desde el pasado 15 de enero.

El titular de la Comisión, José Alfredo Tapia Navarrete, señaló que es la Fiscalía General de la República quien atrajo ambas carpetas de investigación, tanto la desaparición de los líderes comunales, como la identificación de las osamentas de los cadáveres que se encuentran en la fosa clandestina.

Sin embargo, reconoció que es una de las líneas de investigación que se sigue en torno a la desaparición de Lagunes Gasca y Díaz Valencia, debido a que comentó que en el caso de la locación de cuerpos sin vida, es común que se encuentren en sitios lejanos a donde se reportó su desaparición.

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Antonio Díaz es maestro y líder comunitario de Aquila, Michoacán, y Ricardo Lagunes Gasca es abogado y defensor de derechos humanos.

Tras nueve meses de su desaparición, sus familiares continúan ejerciendo presión a las autoridades por medio de la toma de carreteras para dar con sus seres queridos.

Con respecto al número de víctimas hallados dentro de la fosa clandestina de Tacámbaro, Tapia Navarrete omitió una cifra exacta debido a que apuntó que el levantamiento de cuerpos y reconocimiento de los mismos todavía se encuentra en curso.

Cabe señalar que, la diputada local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Margarita López Pérez, denunció que la fosa, con más de 200 metros de profundidad, tendría por lo menos 45 cuerpos.

Michoacán, tierra de fosas

De acuerdo a la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación, durante los primeros siete meses de 2023, en Michoacán se reportó el hallazgo de 63 fosas clandestinas, en las cuales se identificaron 56 cadáveres.

Algunos de los municipios en donde se han localizado las fosas son Chilchota, Jacona, Morelia, Maravatío, Penjamillo, Pátzcuaro, Puruándiro, Tarímbaro, Uruapan, Villamar, Zamora, Zinapécuaro y Zitácuaro.

De las fosas localizadas, sólo dos de ellas se encuentran activas, es decir que se continúa con la búsqueda e identificación de cuerpos, aquella ubicada en Tacámbaro y una más en Villamar.